Coin Crash

Presentamos Coin Crash, una experiencia dinámica multijugador que combina la paciencia estratégica con la emoción de la suerte.

Antes de cada ronda, cada jugador tiene la posibilidad de depositar algunas monedas. Cuando el cohete despegue, cada jugador tendrá que decidir por sí mismo cuánto tiempo permanecerá a bordo. Cuanto más tiempo te quedes, más monedas podrás ganar. Pero hay una trampa. La posibilidad de que el cohete se estrelle aumenta exponencialmente, si no lo dejas a tiempo, perderás tus preciadas monedas. Por lo tanto, tendrás que tomar tus decisiones con precaución, ya que las monedas se regeneran a baja velocidad.

Juega rondas cortas e intensas que pueden durar desde meros segundos hasta minutos. O tómate un descanso y guarda tus monedas para chatear mientras ves jugar a otros. Sin reinos, sin lobbies, todos los jugadores de todo el mundo se enfrentan exactamente al mismo desafío. Y siempre tienes una oportunidad, independientemente de si eres nuevo o juegas desde hace años, un jugador ocasional o un jugador comprometido, todo puede suceder. Un día puedes terminar en las clasificaciones, otro día puedes tocar fondo.

En Coin Crash, todo gira en torno a las monedas, ya que estas son tu puntuación principal. Pero solo hay formas limitadas de recolectarlos. Tendrás que ser afortunado, bueno en la predicción y, lo que es más importante, paciente para escalar en la clasificación.

El objetivo de este juego es ser lo más justo posible para todos. Por lo tanto, nos comprometemos a mantener el juego completamente gratuito, resistente para siempre a los elementos de pago para ganar, lo que significa que no vendemos monedas. Solo ofrecemos cosméticos sin beneficios para respaldar nuestros servicios. Para que puedas disfrutar de la igualdad de condiciones.

Dirigido tanto a los que toman riesgos como a los jugadores estratégicos, Coin Crash es donde la habilidad se encuentra con el azar. ¿Llegarás a la cima y serás uno de los jugadores con mayor puntuación del mundo? ¿O te vas a estrellar? No lo sabrás a menos que lo descubras...